La alienación del arte

Finalista del Premio de Ensayo Punto de Vista Editores, Juan Carril Márquez describe y critica en ella el funcionamiento de la propia institución, y de cómo su práctica actúa discriminando aquello que debe, y no, ser considerado arte.

¿Qué es el arte? ¿Qué es un artista? ¿Qué mecanismos determinan que una obra sea considerada como artística? ¿Cómo se configura la institución artística? ¿Cómo funciona? ¿Qué agentes la componen? ¿Cómo actúan? ¿Para qué sirve el arte? ¿Quiénes son los hacedores de arte? ¿Cómo funciona el mercado del arte? ¿Qué papel juega la persona individual en esta realidad? ¿Y la sociedad? Son preguntas que plantea e intenta resolver el ensayo, proyectando alternativas que abran vías a nuevos escenarios.

Es común la discriminación, consciente e inconsciente, de lo artístico. Desde nuestro nacimiento hemos aprendido que ese mundo tan ambiguo llamado arte pertenece a un reducido grupo de personas, en un proceso que se asemeja a la externalización de la política. Hemos acabado delegando no solamente el poder de hacer, sino también el poder de decidir qué y qué no son esos conceptos, hasta el punto de hacérsenos difícil su descripción. El arte (como la política) nos es innato como individuos de sociedad, por lo que la pérdida de su práctica supone una amputación de aquello que somos.

Existen diferentes ensayos de éxito que tratan el tema del arte, pero ninguno que lo haga desde la faceta institucional como algo integral, en el que se muestre cómo esta misma institucionalidad ha propiciado el distanciamiento práctico con respecto al individuo y la sociedad que integra. La creatividad que, como dijo Picasso, todos tenemos al nacer, va mermando paulatinamente, hasta el punto de llegar a ver el arte como algo ajeno a nuestra realidad. El ensayo, sin perder de vista nunca al individuo y la sociedad, intenta explicar todo este mecanismo, tanto desde un punto de vista general, como acercando la mirada a aquellos componentes que integran el proceso de institucionalización de algo que debería ser público.

Enfoque:

El ensayo está enfocado para ser leído por cualquier persona que tenga curiosidad sobre este tema, esperando que tenga una acogida general en la sociedad de lo que Carril Márquez ha llamado del no-arte. Por otra parte, resulta de especial interés para tres sectores bien diferenciados:

  • EL ÁMBITO EDUCATIVO. Éste ensayo está llamado a ser un básico para aquellas personas que se inscriben en el ámbito educativo en el área de arte (Historia del Arte y Bellas Artes principalmente, pero también en la Filosofía) ya que plantea preguntas clave para ellos.
  • LOS AGENTES DEL ARTE. Las personas que constituyen la institución del arte (artistas, críticos, asesores, galerías, museos…), que verán reflejada en la obra un dibujo clarificador del funcionamiento de la propia institución.
  • EL CÍRCULO FOTOGRÁFICO. Se han incluido guiños directos al mundo de la fotografía.

Lectura de carácter universal:

El texto está planteado como un tratado filosófico, ideológico y económico del arte, con una fuerte crítica de lo que constituye el mismo universalmente (en términos históricos y espaciales). Se plantean preguntas al qué y al por qué del arte, y las connotaciones que representan unas u otras definiciones sobre el mismo. De igual modo, es sensible a la discriminación geográfica y social del arte que constituye su etnocentrismo. Hay que entender que el estudio se inscribe en un contexto geopolítico global convulso, en el que la sociedad empieza a replantearse el mundo, de forma práctica, al tiempo que busca información útil que pueda servirle de ayuda para resolver cuestiones que se le plantean o plantearse nuevas. Es por ello que la lectura de La alienación del arte ha de resultar del interés del público español, latinoamericano e internacional (en referencia a aquellas personas de habla no castellana, en el caso de su traducción al inglés u otro/s idioma/s).

La obra en el contexto editorial:

A diferencia de otras obras, La alienación del arte no plantea la situación o evolución estética del arte, por lo que debiéramos desaconsejar su lectura a personas únicamente interesadas en este tipo de enfoque. Por otra parte, es una obra completa para aquellos que quieran indagar en las cuestiones que hagan referencia al: ¿Qué es el arte? ¿Qué diferencias hay para que una obra sea catalogada, o no, de artística? ¿Qué es la institución artística? ¿Quiénes la componen? ¿Cómo funciona? ¿Quiénes son los hacedores de arte? ¿Qué determina el precio de una obra artística? Es única en tanto que muestra los mecanismos que han determinado la desvinculación de arte y sociedad, y de la apropiación del mismo por una institución que se ha autonombrado como su salvaguarda. La alienación del arte es una obra no solamente interesante para aquellos estudiantes y empleados del arte, sino también para aquellos del ámbito de la sociología y la filosofía, ya que al fin y al cabo pretende dar explicación al porqué tenemos el arte (mercantil) que tenemos, en detrimento de otros (sociales) posibles, en función de una serie de mecanismos que constituyen una institución que acaba siendo normalizadora del individuo y la sociedad.

La estructura de la obra es, por tanto, lógica en este sentido. Explicitando qué es el arte tal y como lo entendemos; a qué nos lleva el mismo; planteando alternativas sociales que han de revertir, no en la institución, sino en las personas.

En tanto que obra (planteada de forma lógica y ordenada), crítica con el arte como institución privativa y excesivamente mercantilista, alejada de la realidad de los individuos y las sociedades, no hay obra en castellano actualmente que se le parezca, por lo que tiene un enorme interés social, para aquellos integrantes del mundo (educativo y profesional) del arte, de la filosofía y de la sociología, además de para aquellos otros del mundo de la cultura en general, y los que conforman los movimientos activos por un cambio social.

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